Antes de nada quisiera aclarar que mi lucha no es contra la , pero si contra aquella que confunde al receptor del mensaje; también quisiera aclarar que no tengo nada en contra de la originalidad en las piezas de email, pero si contra aquella que no aporta nada más que “originalidad”. Pues creo que son muchos años ya los que avalan el marketing directo como para que nos permitamos el lujo de sentirnos “creadivos” apostando por el arte y no por la venta.
Muchas veces me he preguntado si esto se traduce en un miedo exacerbado a vender o quizás en un desconocimiento absoluto de lo que es la venta en Internet. (A día de hoy aun recibo campañas de email marketing con gráficas estupendas pero sin llamadas a la acción y esto no tiene ni pies ni cabeza, de hecho es inaceptable).
No nos olvidemos de que el objetivo de nuestras campañas de email marketing no es que a los usuarios les guste nuestra gráfica. Pues el fin último no ha de ser el hecho de ser recordado porque hacemos una “publi chula”, sino la venta del producto que estamos comunicando.
Quizás penséis que más que un post esto es una soberana bronca y en cierto modo es algo parecido; pues últimamente recibo muchísimos emails comerciales que pecan de ser algo que yo llamo publicidad convencional enclaustrada en medios no convencionales. Y aunque parezca una contradicción en si misma es una realidad, ya que como os apuntaba anteriormente no nos sirve de mucho crear piezas comerciales sin llamadas a la acción imperativas: esto es una barbaridad.
Y después de esta introducción que me ha servido de desahogo os quiero mostrar una pieza que recibí en mi cuenta de correo hace unos meses y me llamó muchísimo la atención. He omitido el anunciante, aunque voy a hacer apología de la misma; ya que quiero demostrar que con pequeños recursos y sin grandes inventivas se pueden lograr grandes cosas.

El asunto del email era: Te garantizamos ante notario que hablaras ingles. Y eso ya me ha llamado la Atención y me ha invitado a abrir el email. Pues como defiendo siempre las garantías son fundamentales, sino recordemos una que nos ha acompañado durante muchos años y que dice algo así como: “si no queda satisfecho, le devolvemos el dinero”.
La creatividad que presenta el email – como podemos observar – es algo austera, pero las promesas que hacen son muy buenas, las defienden bajo notario – figura de autoridad respetada socialmente hablando – y para colmo usan un acelerador de compra que incentivan con un obsequio. ¿Es mejorable la pieza? Es posible que pudiéramos realizar determinar mejoras de diseño, pero cumple a la perfección – desde mi punto de vista – todos los requisitos necesarios para ser óptima.
Para terminar me gustaría contaros una experiencia que tuve hace un par de años con una campaña de email marketing, que desde mi punto de vista era estupenda, y que de hecho contrastamos – por exigencias de dirección – varias veces. Recuerdo incluso que una vez lanzada bastantes personas del sector felicitaron a la por la originalidad de la misma y esto no es vanidad; sino que rompí la línea de comunicación que estaba siguiendo la organización hasta el momento para ese producto; y en cierto modo “sorprendimos”.
Era un producto de formación relacionado con una disciplina difícil de vender por aquel entonces:

  • Y la campaña consistía en un email – tipo carta – donde el “supuesto jefe” del usuario recomendaba al empleado la formación mediante una serie de argumentos que apoyaban el crecimiento del sector relacionándolo con la formación y con su consiguiente crecimiento profesional en la empresa.
  • Y el resultado desde mi punto de vista fue desastroso, no tanto por los resultados que no fueron malos; sino por la batida de emails que recibí de usuarios que no entendían la campaña: incluso hubo a alguno al que le tuve que aclarar que yo no era su jefe.

Desde mi punto de vista confié en el exceso de la creatividad – huyendo de la comunicación directa y eficaz – que a la hora de la venta es mucho más efectiva. Además generé confusión y falsas , y es cierto que di que hablar y eso ya sabemos todos que siempre viene bien, ya que la notoriedad es fundamental: pero cuando ésta es el objetivo.
Y por eso insisto tanto en que la comunicación directa debe ser el pilar fundamental de nuestras campañas de email. Y no lo digo por la confusión que podamos generar al cliente – que por supuesto es un problema – si no también por los efectos colaterales que podemos sufrir como organización a la hora de enfrentarnos a “explicar nuestra campaña”.
Y sin más y después de este manifiestobronca me dejándoos un video que vi hace y que me entusiasmó, donde David Ogilvy nos habla – si, si a todos nosotros – sobre la finalidad de la publicidad. (Por favor hacer el esfuerzo de verlo desde el principio hasta el final: ES IMPRESIONANTE).
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=ZEQDs1W8zOg[/youtube]
javier-moreno-jabardoJavier Moreno Jabardo
Marketer de Cegos España (Tea Cegos) & Social Media Manager de AERCO (Asociación Española de Responsables de Comunidades Online)
He colaborado en numerosas campañas de email marketing y de marketing en buscadores en las cuales he aplicado el marketing directo, disciplina que me apasiona desde hace unos cuantos años.
He colaborado en proyectos de usabilidad y arquitectura de la información y he tenido la oportunidad de gestionar proyectos en Internet desde el nivel más estratégico hasta la más pura ejecución, lo cual me ha permitido conocer todas las facetas de la organización.
Tengo experiencia en Social Media Marketing y actualmente estoy certificado como GAIQ por Google.
Como usuario de Internet soy partidario de compartir el conocimiento y la actualidad del sector mediante mi cuenta de Twitter @javiermoreno y mediante el blog Líneas de Marketing donde colaboro. Me gusta aprender y no me canso nunca de hacerlo.

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