¿Hasta qué punto debe el día a día marcar las prioridades de la empresa?

Todas las empresas pasan por ciertos momentos de reflexión en los que se replantean su futuro, en los que se piensan en cómo solucionar un problema o simplemente cómo mejorar los resultados.

¿Cuándo ocurre esto? Salvo una circunstancia excepcional, suele tener lugar en los momentos en los que disponen de algo más de tiempo para pensar. En empresas en funcionamiento esto ocurre en los periodos valle de actividad comercial, y en las startups en las primeras fases del lanzamiento.

Es en estos momentos en los que tomamos verdadera conciencia de las necesidades que tenemos, identificamos el problema y tratamos de definir un plan para solucionarlo. Es el momento de analizar, de definir estrategias, de planificar, etc. pero recurrentemente vamos cómo el corto plazo se hace presente y los planteamientos estratégicos empiezan a pasar a un segundo plano.

Esta es una situación que me encuentro con cierta frecuencia y por lo general termina con los planes estratégicos pospuestos.

Las empresas eligen el beneficio a corto plazo de la táctica por encima de los beneficios a largo de una correcta estrategia

No digo que lo prefieran, entiendo que la gran mayoría tienen claro que la estrategia correcta les traerá mayores beneficios, pero simplemente el día a día y otras necesidades más urgentes se imponen.

¿Cómo solucionamos este dilema? Al final se trata de mentalidad y establecimiento de prioridades.

Los argumentos más comunes, y totalmente entendibles, son falta de tiempo (personal, presupuesto, etc.), urgencias, cambio de prioridades dados por el corto plazo,… pero, ¿por qué emplear tus recursos en algo que te va a dar 3, pudiendo trabajar para conseguir 6?

La respuesta está en el grado de certeza, en aquello que manejamos tenemos una mayor certeza de conseguir esos 3 a corto plazo, los 6 son una buena promesa pero a medio plazo y con un grado de certeza menor.

En mi opinión debemos apostar por cambiar la cultura de la empresa (empezando por el propio responsable), y como consecuencia sus criterios para establecer sus prioridades para:

  • Darle la importancia real al pensamiento estratégico.
  • Ser conscientes que definir e implementar una estrategia es totalmente compatible con el día a día.
  • Darse cuenta de que los beneficios de la estrategia se reflejan en el día a día desde el primer momento y no una vez implementada como piensan muchos.

¿Cómo conseguimos cambiar la cultura de una empresa para introducir el pensamiento estratégico en sus decisiones diarias?

Las empresas tienen claro que la estrategia es el camino correcto, pero finalmente no le dedican el tiempo necesario. ¿Cómo cambiamos esto?

Por supuesto podemos definir un plan completo para conseguir este cambio, pero para mi se basa en cuatro pilares:

  • Demostración en base a datos: ya sea en base a ejemplos reales de terceras empresas o con su experiencia real desde los primeros momentos de la definición estratégica, lo mejor para convencer a una empresa es que vean que los beneficios de una estrategia a medio plazo, se consiguen en el corto plazo.
  • Formación: el segundo pilar es la formación del equipo implicado
  • Comunicación: el tercero es la correcta transmisión de tareas y beneficios al resto de empleados de la empresa, para que este nuevo enfoque pase a formar parte su forma de trabajo.
  • Seguimiento: y por último, realizar un seguimiento del desempeño y comunicación de los resultados para refrendar lo conseguido.

 

La imagen que acompaña el artículo (trabajo diario) es de Freepik

¿Te gusta lo que estás leyendo? Suscríbete a mi newsletter

    *Revisa tu email para confirmar la suscripción (no olvides mirar en tu carpeta de spam)

    Responsable: Tristán Elósegui, siendo la Finalidad; envío de mis publicaciones así como correos comerciales. La Legitimación; es gracias a tu consentimiento. Destinatarios: tus datos se encuentran alojados en la plataforma de email marketing con la que trabajo: Brevo, Sociedad por Acciones Simplificada (Société par actions simplifiée), inscrita en el Registro Mercantil de París con el número 498 019 298 y con domicilio social en 7 rue de Madrid, 75008 Paris, France. Podrás ejercer Tus Derechos de Acceso, Rectificación, Limitación o Suprimir tus datos en tristan@tristanelosegui.com. Para más información consulte nuestra política de privacidad

    Deja un comentario