Qué es el IKIGAI y cómo definirlo
¿Quieres ser feliz? ¿estás buscando sentirte plenamente realizado pero no sabes a qué deberías dedicarte? ¿Has llegado a un punto en tu vida en el que te planteas qué deberías hacer para sentirte pleno? Este son el tipo de preguntas que todos nos hacemos antes o después. Forman parte de un camino que todos recorremos.
Para tratar de dar respuestas a estas y otras muchas preguntas, existen metodologías que nos ayudan a definir nuestro lugar en el mundo, nuestro propósito. Me gustaría hablarte de la que yo utilizo para iniciar el proceso de definición con mis clientes: el método IKIGAI.
¿Qué es Ikigai?
El Ikigai es un concepto japonés que puede definirse como la razón de ser o vivir, es lo que hace que tu vida merezca la pena ser vivida. Tenemos una vida larga y lo que esta filosofía japonesa (donde la esperanza de vida es especialmente elevada), nos propone es un estilo de vida que nos permita ser felices.
Depende mucho de cada caso, pero encontrar el sentido o significado de tu vida (tu propósito o propósito de marca si eres una empresa), es un proceso. Al igual que ocurre con las empresas, desde que empezamos a definirlo hasta que lo vivimos en plenitud pasamos por varias etapas. Llegar a su primera definición es relativamente rápido, pero el proceso hasta llegar a su culmen puede tardar semanas o años. Al final se trata de llegar a una calidad de vida real y esto lleva tiempo.
Una vez que entiendes en su totalidad el significado de Ikigai, sus implicaciones para tu estilo de vida se convierten en una especie de obsesión. Todos queremos encontrar lo que hace plena nuestra vida. ¿No? Encontrarlo significa hacer realidad nuestros sueños, es la autorealización llevada a su máxima expresión que nos lleva a hacer florecer nuestro potencial y sentir que nuestro trabajo (nuestra aportación a la vida), marca la diferencia en la vida de los demás.
Para dar el primer paso en su definición del Ikigai es perfecto. Es sencillo de entender y aplicar. Dar los siguientes pasos hacia su plenitud depende de nuestra capacidad de recorrer el camino entre nuestro cerebro y nuestro corazón. El primer paso es definirlo racionalmente, pero lo que nos lleva a completar el proceso es sentir la plena realización a través de la felicidad de los demás. Lo más importante en la definición es entender el verdadero significado del termino japonés del Ikigai y sus implicaciones para ti. Parece obvio una vez entiendes el concepto, pero si profundizas te darás cuenta de sus implicaciones crecen y crecen.
A continuación te dejo un vídeo donde explico esta filosofía de vida del país Nipón.
Cómo definir tu Ikigai
La figura que veis más abajo resume la metodología. Empezamos su definición por determinar sus cuatro elementos principales:
- En lo que eres BUENO: ¿qué cosas se te dan especialmente bien? ¿qué te gusta hacer?
- Lo que AMAS hacer: que no siempre coincide con lo que eres bueno. ¿en qué momentos sientes que disfrutas al máximo haciendo algo?
- Lo que el mundo NECESITA: puedes empezar por poner cosas genéricas, pero te recomiendo empezar por cosas que puedan estar directa o indirectamente relacionadas con las cosas en las que eres bueno o te gusta hacer. ¿Qué problemas deben resolverse? ¿qué necesidades necesitan ser satisfechas?
- Por lo que te pueden PAGAR: de las cosas que sabes hacer, ¿por cuáles te podrían pagar?
Nota: si quieres definir tu propósito, al final del artículo te dejo un esquema que ayudará a hacerlo.
El segundo paso es seleccionar los elementos definidos que podríamos situar en los diferentes cruces entre los pilares básicos del concepto de Ikigai. Si los situamos en el cruce de dos círculos estarás representando:
- Pasión: con toda probabilidad las cosas en las que eres bueno y además te gusta hacer representan tus pasiones. Aquello en lo que te sientes más realizado.
- Misión: de todas las cosas que te gusta hacer, seguro que hay algunas en las que no eres tan bueno, pero el mundo necesita. Estas representan tu misión.
- Vocación: de las cosas que el mundo necesita, hay cosas por las que te pueden pagar pero que ni te gustan, ni se te dan bien.
- Profesión: representan las cosas por las que te pueden pagar y en las que eres bueno, pero no te gustan especialmente.
Como os decía, en función de dónde sitúes cada elemento el significado varía. El tercer paso pasa por situarlos en el cruce de tres círculos, podemos tener estas sensaciones:
- Goce y plenitud, pero sin riqueza: es decir, estás haciendo algo que te encanta hacer, en lo que eres bueno y el mundo necesita, pero por lo que no te pueden (es muy difícil) pagar.
- Emoción y complacencia, pero sensación de incertidumbre: estás haciendo algo que te gusta hacer, que la gente necesita y por lo que te pueden pagar, pero sin embargo no eres bueno haciendo. Por este motivo tienes cierta sensación de complacencia, pero al tiempo no estás tranquilo porque sabes que no eres bueno.
- Confortable, pero sensación de vacío: en este cruce pones aquellas cosas en las que eres bueno, el mundo las necesita y además te pueden pagar por ellas. Pero el problema es que no te gusta hacerlas. Esto es lo más parecido a la situación de muchas personas en su trabajo, ¿no crees? Tienen cierta satisfacción porque están ganando un sueldo haciendo algo en lo que son buenos, pero están algo perdidos y desmotivados porque no les gusta.
- Satisfacción pero con sentimiento de inutilidad: estas haciendo algo en lo que eres bueno, te gusta hacer y además te pagan por ello. Pero no estás contribuyendo a la felicidad de los demás, no estás aportando nada (o aportando poco) a los demás. Por eso tienes las sensación de vacío. ¿Para qué hago esto?
Ahora llega el momento definitivo con el último paso en el que situamos alguno de los elementos definidos en el cruce de los cuatro círculos:
- Ikigai: las cosas que cumplen los cuatro criterios representan tu Ikigai. Te gusta hacerlas, se te dan bien, el mundo las necesita,… ¡y te pueden pagar por ellas! ¡qué maravilla! ¿no?
- Verbalización del Ikigai: para hacerlo accionable, y además relacionarlo con la metodología del círculo dorado, debemos verbalizarlo en una frase que vamos a componer de la siguiente manera: [lo que me gusta hacer + lo que soy bueno] PARA [lo que el mundo necesita + por lo que me pueden pagar]
Cuando completes los catorce pasos llegarás a la primera versión de tu propósito. Esta es la frase que debes ir puliendo, y cómo te decía antes, llevándola desde la cabeza hasta el corazón. Pasando de la validación racional a sentir que es lo correcto.
Para que lo entendáis mejor os doy un ejemplo de la verbalización de mi propio propósito:
Acercarme a los demás con claridad y confianza para ayudarles a encontrar su camino y acompañarlos en el recorrido
Para terminar os dejo en lienzo para definir el Ikigai de DandyPeople.com, que podéis descargar gratuitamente aquí.
La imagen que acompaña al artículo (Ikigai) es de Freepik
Cristopher
De que libro obtuviste la información ?
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Tristán Elósegui
Hola!
Parte los saqué de este libro: El método Ikigai: Despierta tu verdadera pasión y cumple tus propósitos vitales (https://www.amazon.es/m%C3%A9todo-Ikigai-Despierta-verdadera-prop%C3%B3sitos/dp/8466344187/) y el resto leyendo diferentes artículos, conferencias, reuniones con algún experto… de todas partes!
Si tienes cualquier duda me dices, ok?
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