¿Cómo gestionar el estrés en el emprendimiento?

Pregunta del millón. El estrés es uno de nuestros peores compañeros de fatigas. Te lo digo por propia experiencia.

Lo he sufrido trabajando por cuenta ajena, pero especialmente emprendiendo. Es uno de los precios a pagar por hacer lo que te gusta. A veces es algo que damos por sentado, e incluso hay gente que lo valora positivamente. A mayor estrés, mejor me van las cosas.

Estar muy ocupado no es lo mismo que estar estresado

Al menos no siempre. Puedes pasar épocas muy ocupado, pero donde las cosas fluyen y no tienes mayor problema que el volumen de trabajo. El estrés aparece cuando tu estabilidad emocional se ve afectada por el trabajo.

Ser emprendedor puede ser una de las experiencias más emocionantes y gratificantes en la vida de una persona, pero también puede ser una de las más estresantes.

El estrés es una respuesta natural del cuerpo a situaciones de presión, y en el emprendimiento, el estrés puede surgir de diferentes fuentes, como el miedo al fracaso, la incertidumbre financiera, la carga de trabajo y la presión para alcanzar los diferentes hitos.

Necesitamos aprender a gestionar el estrés para mantenernos enfocados, y sobre todo, felices.

En mi libro de marketing para emprendedores dedico la primera parte a la preparación previa del emprendedor (en este artículo os dejaré algunos de los planteamientos al respecto).

Gran parte de la solución del problema está en saber que vas a sufrir estrés y en prepararte antes de que llegue. En elegir entre disfrutar del camino o resignarte a sufrirlo.

Aprende a reconocer los signos de estrés

El primer paso para gestionar el estrés en el emprendimiento es reconocer cuándo se está experimentando. Los signos comunes de estrés incluyen ansiedad, falta de sueño, fatiga, irritabilidad y dificultades para concentrarse. Aprender a identificar estos signos en ti mismo te ayudará a tomar medidas para manejar el estrés antes de que se convierta en un problema más grave.

Encuentra formas de reducir el estrés

Al investigar para escribir la primera parte del libro («Necesitas poner orden antes de avanzar. Debes trabajar de dentro afuera y de menos a más»), tenía claro que quería dedicar una parte a la preparación previa del emprendedor. Por eso me pareció tan adecuado el esquema de trabajo de Herbert Sheperd que os dejo en el libro.

Os voy a destacar algunos de los aspectos de sus cuatro dimensiones (física, espiritual, mental y emocional / social), que están más relacionados con el estrés que sabemos que va a llegar.

  • Haz ejercicio: el ejercicio es una de las forma efectivas de reducir el estrés. Ya sea que prefieras correr, nadar, andar… lo que más te guste, el ejercicio libera endorfinas que ayudan a reducir la ansiedad y el estrés.
  • Medita: La meditación es otra forma eficaz de reducir el estrés. Puedes empezar con sesiones cortas de meditación guiada, usando aplicaciones móviles como Headspace o Calm, que te ayudarán a aprender las técnicas básicas de meditación y a crear una rutina de meditación diaria.
  • Duerme bien: el sueño es esencial para la salud mental y física. Asegúrate de dormir lo suficiente y de calidad para mantener un buen estado de ánimo y la capacidad de enfrentar los desafíos diarios. No caigas en el espíritu “masoca” que nos lleva a pensar que si trabajamos mucho y dormimos poco, es que estamos haciendo bien las cosas. Descansar debe ser parte de tu trabajo.
  • Desconecta: al igual que dormir suficiente, es combinar el trabajo con otras actividades que te ayuden a desconectar: lee un libro, ve al cine, pasa tiempo con amigos y familiares, haz deporte…
  • Alimentación saludable: muy relacionada con el sueño y, evidentemente, con la salud. La alimentación juega un papel importante en la gestión del estrés.
  • Comparte: recuerdo una frase de un antiguo jefe mío. Él decía que el emprendedor “necesita alguien con quien pelotear las ideas”. Si todavía estas en las fases iniciales del proyecto, y más adelante también, es importante que busques apoyo cuando te sientas desbordado. Te vendrá bien para tomar perspectiva, ver tus planteamientos desde otro punto de vista y así reducir el estrés. Como decía una amiga: “Las cosas son peores pensadas, que habladas”. Así que, ¡sácalo fuera! Verás las cosas de otra manera.

Además te dejo un vídeo con el resumen de este artículo y mis opiniones:

 

La imagen que acompaña al artículo (estrés emprendedor) es de Freepik

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