Inteligencia artificial sí, pero no ahora
Llevamos meses hablando de los avances de la inteligencia artificial generativa, de los usos de ChatGPT, de las imágenes que puede generar Midjourney, Bing y el resto de herramientas que están surgiendo.
Los fondos de inversión y las empresas están invirtiendo a lo bestia en inteligencia artificial, pero la realidad es que no tienen muy claro que usos le van a dar. El objetivo es llegar los primeros.
Hace poco escribía un artículo tratando de calmar los ánimos con respecto a la inteligencia artificial, pero quiero reflexionar especialmente sobre las empresas.
La inteligencia artificial ha venido a intensificar, más si cabe, la tendencia generalizada a querer todo para ya, a buen precio y con buena calidad. El famoso bueno, bonito y barato que tantas veces hemos querido y tan pocas hemos conseguido.
En este sentido me gusta, como siempre, el enfoque y los datos que aporta Tom Fishburne sobre la relación entre la inteligencia artificial generativa y las empresas.
Según los datos de un estudio de Salesforce, se está dando una curiosa paradoja:
- El 67 % de los responsables de IT están o tienen previstos proyectos relacionados con la inteligencia artificial generativa en los próximos 18 meses y los consideran una de las principales prioridades,
- pero por otro lado el 59 % piensa que los resultados que obtienen son imprecisos
- y al 79 % les preocupa la seguridad.
Es decir, que están acelerando los proyectos al tiempo que intentan definir su utilidad y beneficios.
La inteligencia artificial generativa va a llegar a las empresas queramos o no
Está claro que pese a estos problemas iniciales, la inteligencia artificial generativa va a terminar por implantarse en nuestro día a día de alguna forma u otra.
Debemos crear el marco de trabajo donde podamos realizar las pruebas necesarias para encontrar la aportación de valor real para nuestro negocio, sin poner en riesgo su funcionamiento.
Estoy pensando especialmente en grandes empresas, este planteamiento lo veo lejano para las Pymes (especialmente para las más pequeñas). Estas todavía tienen problemas para entender y aplicar correctamente algunos de los temas más básicos del marketing digital.
Por este motivo creo que el planteamiento más adecuado para las empresas es avanzar y experimentar hasta encontrar aquello que realmente les aporta valor. En mi opinión no estamos en este momento todavía.
Estamos en un momento en el que buscamos procesos para automatizar, pero no porque se pueda hacer significa que debamos implementar estas automatizaciones. Por el momento estas herramientas no están siendo capaces de aportar o entender la parte emocional, ni generar contenidos de una calidad suficiente.
Apuesto que por mucho que tuviese el prompt perfecto, ChatGPT no podría haber escrito el artículo que estás leyendo.
Para terminar el artículo os dejo con la tira cómica de Tom Fishburne que me inspiró para escribir este post.
La imagen que acompaña al artículo (parar, stop) es de Freepik
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